El ejemplo es el jardín vertical que tenemos en nuestra oficina.
Tiene una instalación con un carril descolgado porque el techo es bastante más alto de lo que es el jardín vertical.
Se trata de luminarias de 60 vatios que dan aproximadamente 8000 lúmenes y unos 100 grados de apertura.
Están separadas algo menos de un metro y medio entre sí y las tenemos aproximadamente a un metro de la superficie del jardín vertical.
Esta configuración nos permite tener alrededor de 2000 luxes en toda la superficie del jardín vertical, desde la parte alta a la parte baja. Algo más bajo en la parte baja del jardín y más alto junto a las luces.
¿Cómo calcular las franjas de luminarias?
Hay tres formas.
Las dos primeras son teóricas y la última es práctica.
La manera teórica de calcular la iluminación es con una calculadora donde conocemos todas las características de las luminarias, las incorporamos en la calculadora y vamos viendo a qué distancia la tenemos que colocar para que nos dé la luz correcta en los lugares que necesitamos.
La otra forma es realizar un estudio lumínico con diferentes software, tanto de fabricantes como software comerciales.
Metemos en ese software las características de la iluminación y nos genera un estudio lumínico de la fachada del jardín en el que vamos a tener un bulbo de luz con las diferentes zonas de iluminación de mayor y con menor iluminación.
La forma práctica es ir moviendo la iluminación y ver en qué momento tenemos la iluminación correcta en el sitio concreto que estamos iluminando.
Nosotros por nuestra experiencia comprobamos in situ con el luxómetro que teníamos, la la cantidad de luz que necesitábamos en la superficie del jardín.
Otras formas de colocación de luminarias.
Como os he dicho, también podemos enpotrarlos en el techo, podemos colocarlas en la pared de enfrente del jardín vertical, podemos colocarlas en los laterales del jardín vertical o incluso podemos colocarlos las luces en el suelo del jardín vertical.
Hay que tener en cuenta que todas estas ubicaciones diferentes van a condicionar a la hora de elegir nuestro nuestro tipo de luminaria.
Si vamos a tener que colocar las luces más lejos porque nos tenemos que ir a la pared de enfrente, probablemente tengamos que elegir una iluminación con mayor potencia, mayor consumo, mayores lúmenes o incluso con un ángulo de proyección menor para que ese haz de luz no se nos abra demasiado y se nos disperse la cantidad de iluminación.
Si vamos a instalar en el suelo, tenéis que tener en cuenta que la vegetación va a crecer orientándose hacia el suelo, con lo que la visual que vamos a tener del jardín vertical va a ser un poco extraña.
Si vamos a colocar las luces en los laterales, lo mismo habrá un momento en el que el jardín se divida porque va a haber planta que mire hacia un foco y planta que miren hacia otro foco.
Entonces todo este tipo de condicionantes los tenés que tener en cuenta a la hora de elegir la iluminación y de elegir la ubicación de la unidad de la iluminación.
Otro factor que tenemos que tener en cuenta es los otros focos de iluminación que nos podamos encontrar en el jardín vertical.
En el ejemplo, hay un ventanal que da a la calle. Desde ese ventanal tenemos una entrada de luz natural. Esa luz natural también nos condiciona el crecimiento de las plantas. Se puede observar que en la parte superior tenemos plantas que tienden a orientarse a la iluminación natural.
Esta característica la tenéis que tener en cuenta también si vais a tener otros focos de luz, porque van a condicionar también el crecimiento de las plantas, pueden ocasionar que la vegetación cubra o se dirija a zonas donde no teníamos pensado que lo hicieran.